Y ahora ¿qué?, ¿es que todo termina? No, ahora es tiempo de confiar todo al Espíritu, ahora que el cirio se va a apagar, ahora que hemos visto y oído, que hemos aprendido la forma de entregarse de Jesús: ahora es el momento de dejarnos enseñar por el Espíritu. Y caminar hacia lo humilde, hacia nuestra más profunda verdad.